El consomé: imprescindible en nuestra cocina
El caldo es uno de los elementos fundamentales de la cocina, ya que podemos preparar multitud de recetas a partir de ellos. Uno de los más conocidos es el consomé, delicioso y con un sabor intenso. Que apetece sobre todo ahora que se ha marchado el verano y comienza a hacer frío de nuevo. ¿Quieres conocer todos sus secretos? En la entrada de hoy vamos a hablar del origen del consomé, cómo se prepara y el mejor sitio para disfrutarlo como si estuvieras en tu propia casa.
¿Qué es el consomé?
Como hemos comentado, el consomé es uno de los tipos de caldo más populares en nuestra gastronomía. Está formado por un fondo blanco, transparente y claro, sin presencia de ningún rastro sólido de alimento. Se prepara a partir de verduras y carne, aunque en algunos casos se utiliza pescado.
Todos los ingredientes se cuecen durante un tiempo prolongado, de 3 a 5 horas. Más tarde, cuando el caldo está tibio, se le añaden unas claras de huevo y se vuelve a poner al fuego durante media hora. Finalmente, se cuela. El resultado será un consomé transparente, con un sabor muy marcado que servirá de base para elaborar distintos platos. Como guisos, purés y salsas.
Origen del consomé
Este caldo concentrado de carne o pescado se considera una de las recetas más típicas de Francia. Sin embargo, para algunos su origen está en la península ibérica. A principios del siglo XIX se libraba la guerra de la independencia. Y fue entonces cuando el general Junot saqueó todos los archivos que había en la biblioteca del Monasterio de Alcántara. Entre los documentos se encontraba una receta de cocina que hacía mención al consumado, que muy pronto fue adaptada con el nombre de consommé.
También podemos encontrar otras versiones de la historia, donde este plato aparece por vez primera en el diccionario de la Academia Francesa de fines del siglo XVII. Aunque hay quien afirma que se creó en el XVIII. El autor sería el chef Vincent La Chapelle, que confeccionó un delicioso consomé para la reina María Leszczynska, esposa del Luis XV.
Sea como sea, con el paso de los años se ha convertido en uno de los entrantes más populares en la cultura occidental. Destaca por su alta concentración de proteínas y vitaminas, por lo que es un remedio natural para combatir la anemia o reponernos después de un resfriado. No en vano, se ha llegado a conocer como “el caldo que resucita”.